Las "normas" en las obras de teatro principalmente en el siglo de oro, tratándose de los personajes consistía en "el galán" como protagonista, la "dama" rica o pobre que se tenìa que casar con un caballero, cambiaba el estatus o la riqueza, pero siempre era la misma historia, en la cual al finalizar se casaban y eran felices y todo ocurría como un deus ex machina, y todo se resolvía. En estos casos de obras, si el caballero era pobre se casaba con la dama para lograr sus objetivos, y la dama por lo general terminaba casándose con el caballero para no quedarse como una solterona. Los demás personajes, consistía en la acompañante de la dama, el gracioso, el padre, etc.
Por otro lado el entremés o también conocido como "paso" funcionaba como una pequeña distracción entre jornada y jornada para entretenimiento del espectador. Tomaba temas de la vida común, jocosos, que reflejaban la bajes de la sociedad.
Ahora bien, en Entremés del galán liberal del siglo XVIII el personaje principal, es un galán, cosa rara para un entremés viene siendo al mismo tiempo el gracioso, se contraponen estos dos personajes en uno solo, y la dama a la que tiene que pretender, es una abusadora igual que el. Como ejemplo de su forma de ser tan burlesca y galante, se le presentan 4 casos donde se le cobran algunas deudas y el actúa de forma un tanto inteligente hacia con Quitera, la "dama". Cuando le quitan los calzones, las medias y los zapatos, su reacción hacia la explicación pedida es "La amistad que profesamos ese caballero y yo. ¿No os dije? Finge que actuó como amigo con el Embozado, siendo que Quitera vio toda la acción desde un principio, pero por la mente de Diego tan picaresca que tiene la logra engañar dándole explicaciones validas y hasta lo hacen ver como una gran persona.
Estoy de acuerdo contigo en que el uso de personajes "elevados" en los entremeses es raro. Y todavía más raro es que la dama protagonista tenga características tan negativas: interesada, vanidosa y engatusadora. Aún cuando el entremés sea típicamente humorístico, exhibir la moral de una dama de alta clase y pero aún, exhibirla físicamente (al quitarle la ropa) es un atrevimiento para la época. Si a esas dos cosas les añades que parodia los sacramentos del catolicismo, pues ahí tienes la censura bien ganada en aquellos tiempos. Pero volviendo a Quiteria, sí me parece que ella, y no el galán, es la figura más transgresora del entremés. Como mencionó Raúl en su entrada con el mismo tema, Damián incluso puede ser reivindicado, mientras la figura de la dama siempre será dudosa.
ResponderEliminarSí sí... sorprende más el actuar de Quiteria y su acompañante celestinesca, que el de los demás personajes. A Damián, que se lo lleve el diablo (literalmente), pero esta dama es de notar y puso el grito en el cielo en el mismo colegio jesuita en donde fue representado el entremés. Además... en estos colegios solo estudian hombres, así que la actuación debió correr a cargo de un muy buen histrión masculino... un tanto afeminado.
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