sábado, 28 de septiembre de 2013

Fiestas: tocotín, carnaval y bacanales (Parte II)

Una celebración similar practicaban los antiguos griegos en honor al dios Baco, deidad del vino. En esta fiesta también se rendía culto a la fertilidad. F. Nietzsche señala que
Las fiestas de Dionisio no sólo establecen un pacto entre los hombres, también reconcilian al ser humano con la naturaleza. De manera espontánea ofrece la tierra sus dones, pacíficamente se acercan los animales más salvajes: panteras y tigres arrastran el carro, adornado con flores, de Dionisio. (Nietzsche 246)

Esto viene a colación debido a que lo dionisiaco, entendido también, desde el imaginario colectivo –de acuerdo con las afirmaciones de Nietzsche– como un estado de reposo, donde perduran la saciedad del apetito tanto alimenticio como sexual y la sed de vino, en un ambiente de comunión respecto al culto de la fertilidad, al ser todos parte de la tierra, sin distinción alguna, será una característica del carnaval, adoptado por la religión católica.
        

  El carnaval es una celebración que se realiza antes de las carnestolendas, de donde deriva dicho término –carnaval–. Carnes tollendas significa “deben suprimirse las carnes” (Pájaro M. 46). Antítesis –y antecedente– de la cuaresma, el carnaval es un “rito […] donde la sociedad se toma un respiro en la aplicación de sus normas para dar lugar a la desinhibición y a la locura colectiva, colectiva”,  que se caracteriza por un “estallido elemental de pasiones, apetitos y animalidad, porque todo está permitido” (46). Con ello, cabe resaltar la escisión que estableció la religión cristiana, que los antiguos mexicanos carecían. Hablamos de ideas como el bien y el mal, el demonio y el diablo, la creación y la destrucción.[1]
       Los cristianos aprovecharon estas similitudes para establecer la imposición de su religión. Sin embargo, nada garantiza que los supuestos conversos hayan aceptado la nueva ideología católica. Así lo muestra Sor Juana en los últimos versos de su Loa donde todos cantan Dichoso día/ que conocí al gran Dios de las Semillas!/ refiriéndose al dios omnipresente cristiano. Lo cual revela que siguieron creyendo en su deidad terrenal, adoptando sólo un nuevo relato. Tal vez por ello Elliott expresa que “…existía escepticismo sobre la sinceridad de las conversiones en masa de los indígenas” (283). Lo que sí sabemos es que, hasta nuestros días, la introducción del cristianismo ha sido todo un éxito, al ser México uno de los mayores devotos a dicha religión.




[1] Recordemos que en los relatos del Inca Garcilaso de la Vega, éste menciona cómo los Incas no tenían una idea clara y concisa de la creación del mundo, inventando distintas historias sobre ello. 

2 comentarios:

  1. Hace poco fui al teatro a ver una adaptación de Macbeth, ambientada en tiempos de la Revolución mexicana. La actuación y la puesta en escena de Mendoza estuvieron geniales, pero lo que no me queda claro es para qué o cómo es que un clásico inglés ayuda a entender el acontecimiento nacional. Precisamente la Revolución tiene a sus propios héroes y villanos, y detrás de lo histórico viene toda una larga tradición teatral –prehispánica, española, novohispana y mexicana– de donde se pueden abstraer modelos dramáticos propios. Algo así me suena al leer tu entrada sobre el tocotín y los ritos dionisiacos. Indudablemente, en varios puntos la comparación funciona, ¿pero qué utilidad tendría? ¿Habrá estudiantes de la cultura clásica grecolatina que analicen ritos paganos a la luz de lo que puedan ofrecer las culturas americanas prehispánicas? ¿Sería un buen método de trabajo? ¿Por qué sí o por qué no?

    ResponderEliminar
  2. Me parece que las preguntas que me plantea debería haberlas desarrollado como conclusiones. La relación que hay, o el objetivo de mencionar a la cultura clásica es debido a que se aprecian estas constantes prácticas durante todos los tiempos, en varias culturas -que no es mera coincidencia-, lo cual resalta al cristianismo como una imposición absoluta, algo artificial, por decirlo de alguna manera.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.