lunes, 29 de septiembre de 2014

Las civilizaciones de América


Durante los descubrimientos del Nuevo Mundo sobresalieron tres importantes civilizaciones, de las muchas que existieron en América: la azteca, la maya y la inca (aunque España no las considerara como tal). Estos imperios dieron qué pensar a los hispanos, porque a pesar del desconocimiento que tenían sobre la existencia de otros continentes, supieron dominar a otros pueblos, desarrollarse y mantener su economía. Las semejanzas y diferencias que existen entre estas civilizaciones son muchas, por ejemplo: el adorar dioses para tener su protección, el darles tributos y sacrificios para tener abundancia en sus cosechas o en cualquier oficio que hicieran.
Una principal fuente de ingreso de los incas fue el ganado y la elaboración de textiles; incluso los españoles vieron una alta calidad en la ropa que hacían (también utilizaban zapatos de paja). En cambio los aztecas tenían muchas fuentes de ingreso; recibían mercancías de los pueblos sometidos; tenían una moneda para hacer sus intercambios, que era el cacao que también les servía de alimento. El único problema de los incas era que utilizaban a la llama como animal de carga, pero no soportaba mucho peso, y tampoco conocían la rueda. La riqueza de oro y plata en los andes era asombrosa, al contrario que los aztecas que no tenían este metal en abundancia. Por ello los primeros españoles en llegar a Perú quedaron deslumbrados con los adornos en oro y plata que se usaban allí.
            Los imperios tenían el control de varios pueblos. Los incas no sólo conquistaban para dominar, sino también debían de asimilar y disciplinar; concebían su imperio como un inmenso enjambre, tecnificado y planificado. El método era dispersarlos en diferentes pueblos para que no hubiera una rebelión; les dejaban conservar su lengua a cambio de que aprendieran la de ellos. Método que no utilizaron los aztecas, porque ellos mantenían a los conquistados en sus pueblos y sólo recibían el tributo pactado para dejarlos en paz. Esto fue lo que propició su caída, porque el conservar a los pueblos juntos dio lugar a que se organizaran y decidieran unirse a los españoles para derrocar su imperio.
            Los incas tenían interés en estar preparados y mantener su ejército provisto de todo, mantener dos casas en los pueblos principales con provisiones de calzado, panes, otras comidas y muchas armas para la lucha. Las armas eran construidas con piedras, madera y metales. Tenían también casa de huéspedes para los viajeros. Los aztecas también ponían interés en su ejército para que saliera victorioso.
            La religión era importante en estas dos civilizaciones. Los incas tenían una religión basada en el culto solar con caracteres de universalidad. Los aztecas tenían distintos dioses que se encargaban de mantener la armonía en sus distintas labores. Una característica importante es que los Incas tenían agua caliente y agua fría en casa del gobernante, su sistema consistía en tener un estanque para que hubiera agua en todas las temporadas y habían diseñado que saliera agua caliente por un caño. También los aztecas habían desarrollado un sistema que distribuiría agua en toda la ciudad, mediante canales, idea que no pudo concretarse por la derrota de los aztecas.

            Aun cuando España consideraba bárbaros a los pueblos del Nuevo Mundo, estas civilizaciones tenían un sistema de gobierno muy claro, religión, un sistema económico sólido y una estrategia eficaz para sus ejércitos. No cabe duda de que si Colón no hubiera encontrado América tan tempranamente, las civilizaciones conquistadas hubieran desarrollado más aspectos de su crecimiento como las del Viejo Continente.

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