lunes, 18 de agosto de 2014

La modernidad como ambivalencia extrema para un pueblo

Sobre el primer tema llamado Antiguo cantar indígena me parece interesante saber los temas que inspiraban a los indígenas, porque la filosofía que ellos practicaban era en base a los acontecimientos que había a su alrededor en ese momento, sobre la naturaleza, sobre el sentir humano, para ellos todo era nuevo y digno de reflexionar; tal vez en este siglo se nos hagan algo simples estos temas, ya que la modernidad nos ha alcanzado a tal punto de que ya existen computadoras que piensan por nosotros, sin dejar atrás todas las distracciones tecnológicas nocivas como lo son las redes sociales y el navegar de un punto a otro punto sin llegar a ningún lado, y mucho menos obtener algo positivo para la vida humana (en algunos casos, sino es que en la mayoría de ellos). Así como también la modernidad vino hacia América con la llegada de los conquistadores, los cuales trajeron la vida y la muerte a los pueblos indígenas; la nueva vida porque traían nueva flora y fauna, barcos, armas, y la confirmación sobre la existencia de otros mundos y sobre todo un conocimiento avanzado en cuanto a modernidad; y la muerte porque fue el exterminio de una lengua, de una comunidad, de la religión y de una filosofía de vida, todo un mundo de conocimiento se fueron en la quema y cimentación que los españoles hicieron. Nuestros antepasados no tenían tales distracciones por ello no sólo disfrutaban de la naturaleza sino que la respetaban y tenían temor de las consecuencias de sus actos (sin el tono cristiano que estamos acostumbrados a pensar). El sentido cristiano que conocemos nosotros se lo dan los conquistadores al momento de la colonización, porque la filosofía indígena carecía del concepto pecado, su concepción sobre el bien y el mal estaba muy alejado de la religión española. Los temas que tocaban iban dirigidos al Tiempo, el Sol, la inseguridad humana ante la muerte, la soledad, la Naturaleza, las Fiestas, la Luna, el Cielo, la Caza, el Deseo, el Interior humano, los Sacrificios, la Derrota, la Pureza, al Hacedor de la vida y sus Señores o Héroes en las cuales sus descripciones detallan con exactitud los movimientos, las situaciones y los sentimientos que quieren mostrar en sus escritos. Y como no, si estaban rodeados de la naturaleza, el tiempo les daba para hacer sus quehaceres, despejarse y el filosofar sobre sus alrededores y sobre su estadía en la tierra. Es importante saber que no sólo los españoles vinieron a quemar y desterrar la historia de los indígenas, también los pueblos indígenas que sometían a otros pueblos usaban ese método, de imponer su ideología y su forma de vivir a los pueblos sometidos por ello desconocemos mucho sobre lo que fue esa época, todo lo que se sabe es gracias a unos cuantos sacerdotes que consideraron una buena idea conservar los códices como lo hizo Fray Bernardino Sahagún y gracias a su dedicación para aprender el náhuatl se puede ahora saber algo sobre la historia de los indígenas antes de la conquista. La modernidad no solo ha traído beneficios al mundo, también posee un lado negativo, nos ha rebasado como seres humanos, hemos perdido la apreciación de la naturaleza, hemos sido colonizados por la tecnología, nos ha impuesto un ritmo de vida carente de crítica, existen ya máquinas que nos solucionan parte de los problemas que se presentan en el día a día, a veces para bien pero la mayoría de las veces lo es para mal. Hemos perdido la práctica al escribir en papel, usamos computadoras para hacerlo; nuestro entorno se ha cimentado de concreto, puentes, carreteras, edificios, las áreas verdes son contadas y poco extensas, la capacidad de pensar sobre el devenir se ha reducido a tratar de sacarle provecho al tiempo entre el trabajo, la escuela, los quehaceres del hogar y al final del día nos las hemos pasado corriendo y pasando la mayor parte en un carro y lo único que queremos es dormir y no estar filosofando sobre el día; nos vamos interesando por otras culturas y vamos desechando la nuestra porque nos parece poca cosa ser mexicanos, nuestro español lo vamos diversificando con otros idiomas; estamos más en “contacto” con las noticias sobre otros países y en vez de ser alentadoras muchas de ellas reflejan ese miedo que tenían nuestros antepasados sobre la soledad y la muerte, cada vez estamos más alejados unos de los otros (indiferentes ante la cruda y cruel realidad); y al final la conquista trajo consigo un sin fin de aspectos positivos mismos de los cuales me han servido de mucho en la mayoría de los casos, pero razonando sobre el tema de la modernidad, me hago la pregunta sobre ¿Cuál sería nuestro destino si ni Colón ni Cortez hubieran llegado a América? ¿Habríamos progresado a la par de los continentes colonizados? O simplemente hubiéramos terminado como los países bajos. Sin duda lo único positivo de la modernidad es poder disfrutar de lo poco que quedó sobre la historia prehispánica y reformular las mismas preguntas que se hicieron los indígenas, tratar de ubicarlas en nuestra época para así tratar de entender la filosofía que caracterizaba a los nuestros indígenas.

1 comentario:

  1. Creo que habría que matizar eso de que las computadoras piensan por nosotros. No lo creo. Simplifican algunos procesos y agilizan la búsqueda de información, pero aún no se ponen a leer y sobre todo, entender por mí. Cierto que la modernidad apesta, pero estoy convencido que dentro de ella es posible la vindicación individual y de ahí... ir subiendo la escala. Un blog auspiciado por Google, por ejemplo, nos da el espacio para hablar sobre cuestiones que a veces no dan tiempo en clases.

    También hay que tener cuidado con idealizar al indígena rodeado por la naturaleza con tiempo de sobra para cantar su entorno. Eran sociedades bien escalonadas y estratificadas. El hecho de que la autoría de las piezas del antiguo cantar indígena no caiga sobre uno en particular, no quiere decir que todos eran poetas o tenían la habilidad o formación para hacerlo.

    Sobre la pregunta formulada sobre nuestro destino sin ese par de personajes, creo que hubieran llegado otros. No españoles y quizá con menos mortificaciones morales sobre el qué hacer con los habitantes originales. Si no hubiera empezado Cortés su marcha desde Veracruz, y no tanto la militar, sino la genética, al brazo de su acompañante, México sería otro, a tal grado que quizá no habría México. La mezcla nos define.

    En fin. Qué bueno que te animaste a escribir e inaugurar el blog para este curso.

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