Tiempos
de conquista de pueblos y expansión del imperio español implicaba también una
difusión de la religión que requería una excelente técnica para que triunfara,
misma que se fue puliendo con la intromisión en América de varias órdenes
sacerdotales (agustinos, dominicos, franciscanos y por supuesto jesuitas) y
también al verse beneficiada con las diferencias entre los arzobispados, como el
de Juan de Zumárraga y Alonso de Montúfar principalmente, o en el plano
institucional, con la contienda librada entre católicos y el protestantismo que
generó la convocatoria del Concilio de Trento; testimonio del proceso de
reivindicación de una identidad eclesiástica. Mientras estas objeciones
transcurrían, el ser de la religión estaba en el aire, indefinido, moldeándose,
y con ello también una cultura, tradición, y por supuesto poco después, una
identidad nacional estaban en juego. Como aquéllo Implicaba un encuentro real,
vívido, con lo desconocido: desfalcaba de alguna manera, en ambas partes,
conquistador y conquistado, la ortodoxia en todos sus sentidos. Político,
económico, artístico, abriendo así el único camino viable de éste gran
conflicto, la resemantización de la realidad. Este fue el producto de la
técnica maestra de la religión que originó el “animismo” (creencia de que los
objetos inertes tenían alma) y “animatismo” (atribución de un alma o vida a
objetos inanimados), señalados por
Freedberg en El poder de las imágenes. Estudios sobre la historia y la teoría de la
respuesta, mismo que originaria, además de un sincretismo en ambas
culturas, muy distinto en ambas, un beneficio cognitivo para ambas posturas ya
que nuevas fibras de su sensibilidad habían sido provocadas. Una prueba de esto
podría ser el mismo análisis de Lois
Parkinson Zamora en La mirada exuberante.
A través del cual revela el origen de la novela de ficción latinoamericana
basándose en La coatlicue transformada
de Saturnino Herrán y el bifocalismo en el arte de Leonardo, en la Gioconda
específicamente, ya que “dramatiza el acto de ver”.
Me parece muy interesante el título de éste artículo, al utilizar la palabra "maestra" dándole importancia a la religión por sí misma. La complejidad del tema de la conquista y su aspecto espiritual; no me imaginaba que el tema fuera tan amplio y de los detalles que menciona el autor y además la conección con la novela de ficción latinoamericana.
ResponderEliminarAh! Cómo me gustaría dar el curso de Latinoamericana II, para mostrar todas las conexiones de lo que hemos leído con la producción narrativa del XX.
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