La lectura realizada al texto Alboroto y motín de los Indios de México de Carlos de Siguenza y Góngora es una carta informativa al almirante don Andrés de Pez; En ella, hace una relación de sucesos y se menciona uno de los mercados más grandes que ha tenido la capital del país, se trata del Volador. Recordemos que el comercio en esa época también se le denominaba tianguis y era ambulante, ubicado en plazas, plazoletas y calles por donde transitaba la población. Los mercados y tianguis en la época colonial se establecían por todo el territorio nacional, beneficiando a las personas que realizaban compra-venta de artículos necesarios para su alimentación; como lo vimos en la lectura, hubo conflictos en relación al precio del maíz según la oferta y la demanda, subía o bajaba de precio. Hernán Cortés en las Cartas de Relación menciona que observó los inmensos espacios que los nativos utilizaban para comercializar productos. Bernal Díaz del Castillo en Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España dice que no solo conoció el mercado de Tlatelolco, también otros ubicados en poblaciones como Xochimilco. El mercado del Volador tiene una gran historia; en 1624 el espacio que ocupaba la Plaza del Volador empezó a utilizarse para diversas actividades como corridas de toros, celebraciones onomásticas, peleas de gallos y carreras de liebres; ese espacio se habían construido con cajones de madera y posteriormente su estructura era de mampostería, dentro de él, todo era bullicio; se extinguió a causa de un incendio. Una de las riquezas culturales de nuestro país, radica en las tradiciones y creo que el acudir a un mercado popular fomenta una parte de la cultura que no debemos olvidar. En la actualidad los mercados sobrepasan las expectativas de comercialización que las personas puedan encontrar. Ahora se les denomina "supers" o "mall" y en efecto, ahí encontramos todo lo necesario para el abasto familiar pero, no hay que olvidar que los mercados son el inicio de encuentros familiares, de amistad y amorosos que no deberían pasar de moda.
Se ve que de este tema puedes escribir con soltura. Para mí, lo más importante de los mercados populares, además del trato personal y mejor calidad, es la posibilidad y reto que se plantea frente al comercio formal. Esta vía de comercio, que en principio era la única, y que ahora es considerada como informal o alternativa, cuestiona las cadenas productivas actuales, en donde uno (o unos) puede llenarse los bolsillos sin mover un solo dedo.
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