La muerte es vista por los mapuches como la
separación del alma del cuerpo del individuo. La muerte por lo tanto acaba con
el cuerpo del individuo, pero su espíritu continuo de su existencia por una
seria de trasformaciones. Una vez convertido en espíritu, sirven de
ayuda para comunicarse, con los vivos, a través de los sueños. Es a través de
estos sueños que los muertos informan a los vivos a cerca de su futura muerte.
La separación del alma en el mundo espiritual
y material involucra un viaje en el cual el alma va al Wenu mapu o
al lugar del descanso final. En este viaje al Wenu mapu, el
alma alimenta una serie de trasformaciones. El primero ocurre cuando el
individuo muere. Su alma llega a convertirse en Alwe, “una alma que
transita”. Cuando pasa al estado transitorio, la duración del Alwe, es
de cuatro días. Durante este lapso el Alwe está en una proximidad física
bastante cerca al cuerpo y es más vulnerable a las acciones de los espíritus
malignos. Si los espíritus malignos logran sus cometidos, el Alwe se
trasforma en un tipo de espíritu malévolo y actua bajo las ordenes de las
fuerzas malignas, las cuales causan la muerte y las enfermedades a los
vivos. Si el Alwe logra salir sin dificultad, este va a poder
viajar por periodos más largos, dentro de uno o cuatro años. Para poder cumplir
este viaje el alma necesita ser trasformada en Pulli el cual posee
el poder de alcanzar distancias ilimitadas. En el Wenu mapu, pulli está
a salvo de los peligros de los espíritus malignos y ahí va a hacer transformado
en un espíritu ancestral y como tal, este va a poder aconsejar a los vivos a través
de los sueños. Después de pasar cuatro años en estado de Pulli, el espíritu
puede ser transformarse en un agente maligno como un espíritu ancestral.
Entre los mapuches la muerte es el final del cuerpo y la creación de espíritus.
Estos espíritus pueden ser benignos o malignos porque el bien y el mal es
una parte integral en la vida de los mapuches. Los buenos espíritus conducen y
controlan la vida moral de los mapuches y los espíritus malignos causan todas
las enfermedades, desgracias y muerte.
Bien, esta cuenta como la 2a de la Unidad 1.
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