Fray Marcos de Niza, franciscano, docto, teólogo, cosmógrafo, marinero y humanitario nos regala una visión del descubrimiento de una ciudad prometedora, Cíbola y otras siete ciudades más abundantes en riquezas, tierras muy prometedoras para un conquistador. La parte humanitaria se ve muy marcada en el relato, constantemente retoma el tema de tratar bien a los indígenas que no dan problemas, que no haya un excesivo mal trato y de acuerdo al emperador al no cumplirse lo establecido serían castigados. Incluso predica con el ejemplo cuando regala todo lo que posee porque cree que va a morir. También en cada lugar que llega les dice a los indios que ya no serán tratados mal, que ya no serán más esclavos ni los sacarán de sus tierras, que deberán creer en Dios y convertirse en cristianos.
Aun cuando Niza es un ser religioso la avaricia lo lleva a no desistir de su meta, quiere convertir indígenas a cristianos, quiere conquistar la tierra para el emperador y quiere encontrar la mayor de las riquezas. Y riqueza había, no era el oro como todos los marineros creían sino era la tierra fértil, la flora, la fauna, el conocimiento que tenían los indios; y la perplejidad de Niza al saber que los indios manejaban vestidos de algodón y seda, pieles, turquesas, o simplemente construían casas con piedra y cal. Todo un ingenio que pudo hacer crecer a los pueblos prehispánicos. Otro dato que encontré interesante en el relato es la aparición de Esteban Dorantes (Estebanico de Naufragios) quien fuera su guía, que por la enfermedad de sus acompañantes, Niza se queda y Esteban sigue la ruta planeada misma que lo llevó a desaparecer, después de la recuperación Niza siguiera su camino, acordaron que Esteban debía dejarle una cruz en cada poblado para saber qué era lo que le esperaba Niza, y según el tamaño era la riqueza. En el camino hacia Cíbola, Niza encontró gente que venía de allá, gente que llevaba turquesa fina, colgada, en la nariz, y le platicaban que hasta las puertas de allá estaban hechas de turquesa y también usaban ropa los hombres y las mujeres por igual, como los españoles; en la mayoría de los pueblos existe la hospitalidad, ya sea que el motivo era el miedo o porque eran así, siempre los llenaron de regalos; Niza escucho relatos sobre animales grandes como las vacas pero con un solo cuernos en la frente y largo pelaje. También se dio cuenta de la honestidad de los indios, quienes nunca mentía sobre lo que decían, conforme se acercaba era más grande la cruz, hasta que se topó en un pueblo donde tomaron por prisionero a Esteban y lo desaparecieron, ese poblado no quería a los españoles, y a él lo querían matar pero antes de que eso sucediera puso unas cruces para tomar posesión del lugar sin entrar en él.
Su fe fue tan grande que no temía morir, porque era cristiano, lo que le afligía era no convertir indios ni entregar las tierras prometidas al emperador, no quería regresar con las manos vacías. La cruz que llevaba Niza era muy grande y pesada, por un lado debía servir a su Dios y al emperador, pero por el otro lado al ver la honestidad, humildad y fidelidad que mostraban los indios hacia los visitantes hacían cambiar su visión sobre lo que estaba ocurriendo, debía quitarles sus tierras, sus creencias y riquezas en general, para saciar la avaricia de los dos poderes españoles que en ese momento imperaban en el continente americano.
Mucho mejor redacción, pero todavía falta mucho... sobre todo en cuanto a tu puntuación. Lo que más me gusta de tu entrada es precisamente la doble simbolización que recae sobre la cruz... cruz cristiana y cruz de anhelos... que se iba haciendo más grande conforme avanzaban, hasta que Niza tuvo que regresar y llevarse el gran peso a cuestas... un carga repleta de avaricia (espiritual) que sirvió de sustento a la redacción de su Relación.
ResponderEliminarAlgunos textos son más motivadores que otros y la puntuación siempre ha sido mi talón de Aquiles, pero este semestre lo solucionaré.
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