Por ser cristiano,
cuento de Miguel Luis Amunátegui, se desarrolla durante la interminable Guerra
de Arauco.
Los indios de Arauco, los mapuches, son descritos como lo hacía Valdivia, salvajes
y barbaros que no tenían compasión por los soldados españoles capturados, a
quienes devoraban y con sus huesos fabricaban instrumentos como flautas,
dejando solo a los que resultaban útiles por el rescate y a las mujeres
españolas.
En medio de las tantas batallas entre mapuches y españoles, es capturado Estevan de la Cueva, distinguido por su valor en la guerra. Momentáneamente, logra salvar su vida por la rápida respuesta de don Juan Matienzo que manda a celebrar las negociaciones para rescatarle. Sin embargo, es gracias al amor de Lacalma, hermana del cacique, por lo cual logra salvar la vida ante la indecisión de los indios que no sabían si aceptar el rescate o sacrificarle.
Pero con el tiempo, este amor se vuelve también la causa de su muerte. Aunque casados Estevan y Lacalma según el rito indio, este se niega a tratarle como esposa hasta que sea bautizada y contraigan matrimonio según los cánones cristianos. Al saber de esto el cacique Tupiante, convoca a sus allegados para dar muerte a Estevan.
Por ser cristiano y seguir lo que su religión le dice, Estevan pierde la única oportunidad de salir vivo del campamento indio, sufriendo de una larga y dolorosa agonía, pues su cuerpo es mutilado y sus huesos extraídos aun estando con vida.
En medio de las tantas batallas entre mapuches y españoles, es capturado Estevan de la Cueva, distinguido por su valor en la guerra. Momentáneamente, logra salvar su vida por la rápida respuesta de don Juan Matienzo que manda a celebrar las negociaciones para rescatarle. Sin embargo, es gracias al amor de Lacalma, hermana del cacique, por lo cual logra salvar la vida ante la indecisión de los indios que no sabían si aceptar el rescate o sacrificarle.
Pero con el tiempo, este amor se vuelve también la causa de su muerte. Aunque casados Estevan y Lacalma según el rito indio, este se niega a tratarle como esposa hasta que sea bautizada y contraigan matrimonio según los cánones cristianos. Al saber de esto el cacique Tupiante, convoca a sus allegados para dar muerte a Estevan.
Por ser cristiano y seguir lo que su religión le dice, Estevan pierde la única oportunidad de salir vivo del campamento indio, sufriendo de una larga y dolorosa agonía, pues su cuerpo es mutilado y sus huesos extraídos aun estando con vida.
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